El TaiChi es uno de los pensamientos culturales chinos más significativos, que representa un equilibrio óptimo y un profundo estado de plenitud. MOCHI aporta esta filosofía TaiChi a su concepto de diseño, y utiliza la silla, el mobiliario más íntimo de la vida cotidiana, como símbolo para redefinir la relación entre las personas en la vida. La búsqueda de la integridad y el equilibrio en la vida, también ha creado una barrera entre las personas. El asiento curvo simboliza el Yin y el Yang e implica diferentes formas de uso expresando que los dos son opuestos, a la vez que se reconcilian entre sí. Incluso si están sentados en la misma silla, todavía tienen su propio espacio debido a la diferencia de altura. Al mismo tiempo, es una metáfora en la relación de la vida. Aunque las personas están cerca, están separadas por una pared que se llama indiferencia.